+ Información
Las mantas calefactoras para bidones se utilizan para mantener caliente el contenido del bidón y así conseguir reducir el grado de viscosidad del producto almacenado en el interior del mismo. Facilitan la extracción del producto a otros depósitos o a otras líneas de proceso.
Cuando llega el frío, almacenar productos en bidones a una temperatura óptima puede ser problemático.
Alimentos como la miel y aceites vegetales, productos químicos como el betún, alquitrán, espuma de poliuretano, epoxis, y otros productos viscosos, exigen a menudo una temperatura óptima de almacenamiento.
El calor se genera y se transfiere uniformemente a través de toda la superficie del bidón.
El exterior de la manta se halla aislado térmicamente para minimizar las pérdidas energéticas.
Las mantas calefactoras para bidones se instalan alrededor del bidón y su sistema de fijación mediante hebillas facilita tanto su instalación como su desinstalación. Su uso está indicado para los bidones metálicos de 200L.
Cuenta con un termostato regulable de 0ºC a 200ºC que permite el control de la temperatura de la camisa.
El calor generado por la camisa calefactora está repartido en toda su superficie. La carga de superficie, inferior a 1 W/cm2 nos garantiza que el producto en el interior del bidón no se deteriore por un exceso de temperatura.
La temperatura óptima y la potencia necesaria para fluidificar el contenido de un bidón dependerá en gran medida de la densidad y calor específico del producto.
Por ejemplo, no necesitamos la misma potencia y temperatura para fluidificar un bidón de miel o un bidón de grasa.
Si el proceso requiere alcanzar una temperatura óptima en un intervalo de tiempo muy corto, reconendamos utilizar las bandas calefactoras para bidones. Podemos alcanzar potencias de hasta 4500W en bidones de 200L. Esta potencia es muy superior a la que nos puede ofrecer una camisa calefactora.